
Lo que caracteriza las relaciones duraderas e importantes es que algunas son recompensantes, es decir, que proporcionan seguridad, diversión, felicidad, alegría, compañerismo, y muchas veces es probable que también se reconozca que puedan ser complejas, demandantes, e inestables, donde hay agresiones de tipo verbal o físico, o de las dos.
Autores como Homans, consideran que las personas perciben sus sentimientos acerca de los demás en términos de utilidades, es decir, que entre mayor sea la recompensa y menor el costo, mayor serán las utilidades y la atracción.
Según Blau, las interacciones entre personas son costosas, requieren tiempo, energía, compromiso, y pueden abarcar emociones y experiencias displacenteras y así, lo que se obtiene debe superar lo que se pone en ellas.
Rubin dice: